¿Vale la pena filmar en Colombia frente a otros países?
¿Vale la pena filmar en Colombia frente a otros países?. Analizamos costos, beneficios fiscales y locaciones frente a México, Brasil y República Dominicana.
7/31/202525 min read
Filmar en América Latina ya no es solo una alternativa económica para las productoras internacionales: se ha convertido en una estrategia consolidada de producción global. Gracias al avance en infraestructura, a la profesionalización del talento local y a marcos legales cada vez más robustos, la región ha escalado posiciones en la lista de prioridades de estudios, plataformas de streaming y compañías independientes que buscan calidad, diversidad y eficiencia en sus rodajes.
En este contexto, países como Colombia, México, Brasil y República Dominicana compiten activamente por atraer inversiones extranjeras mediante incentivos fiscales agresivos, locaciones versátiles, costos operativos competitivos y seguridad jurídica. Todos prometen ventajas, pero no todos las cumplen con el mismo nivel de estabilidad, soporte institucional y retorno sobre la inversión.
Para el año 2025, el mapa de la producción audiovisual ha cambiado: ya no basta con ofrecer belleza natural o talento técnico, se requiere un ecosistema integrado y confiable. Y ahí surge la pregunta clave para cualquier productor, inversionista o director ejecutivo:
¿vale la pena filmar en Colombia frente a otros países?
Esta guía comparativa busca ofrecer una respuesta informada, realista y basada en datos recientes. Analizamos los cinco factores críticos de decisión —incentivos fiscales, talento humano, infraestructura técnica, costos operativos y seguridad jurídica— contrastando la situación actual en Colombia frente a sus competidores más cercanos en la región.
El objetivo es claro: ayudarte a tomar la mejor decisión para tu próximo proyecto, con información precisa y contexto estratégico.
Incentivos fiscales y financieros: cifras al detalle
Uno de los factores más determinantes al elegir un país para filmar en 2025 es la estructura de incentivos fiscales y financieros. Estos mecanismos, diseñados para atraer inversión extranjera y fomentar el desarrollo local de la industria audiovisual, pueden marcar una diferencia sustancial en el presupuesto y la viabilidad del proyecto.
A continuación, se comparan los programas vigentes en los cuatro principales destinos latinoamericanos: Colombia, México, Brasil y República Dominicana. Cada uno presenta ventajas y restricciones que deben analizarse según el perfil del proyecto.
🇨🇴 Colombia: el modelo más completo y transparente
Colombia ha desarrollado uno de los programas de incentivos más robustos y estables de América Latina. Gracias a la Ley 1556 de 2012 y al Certificado de Inversión Audiovisual Nacional (CINA), el país ofrece dos tipos de beneficios complementarios:
Cash rebate directo: el Fondo Fílmico Colombia (FFC) reembolsa hasta un 60 % del gasto local, dividido en 40 % para servicios audiovisuales y 20 % para logística (transporte, alojamiento, alimentación, etc.). Este incentivo es altamente competitivo en la región y está regulado bajo criterios técnicos, auditables y estandarizados.
Crédito fiscal transferible (CINA): otorga un crédito del 35 % sobre el gasto local, que puede ser vendido dentro del país a otras empresas, generando liquidez inmediata para el productor.
Los requisitos para acceder a estos beneficios son claros: el gasto mínimo debe oscilar entre USD 475.000 y 600.000, dependiendo del tipo de producción. En el caso de series, se exige al menos USD 160.000 por episodio. El reembolso está limitado a aproximadamente USD 835.000 por proyecto en 2025, y no existe una fecha de expiración del programa: está proyectado para funcionar, al menos, hasta el año 2032.
Lo más importante es que estos procesos están respaldados legalmente, lo que ofrece seguridad jurídica y estabilidad normativa, algo poco común en el entorno fiscal latinoamericano. Además, la plataforma digital de la Comisión Fílmica Colombiana facilita la gestión y seguimiento de los proyectos.
🇲🇽 México: incentivos fragmentados y dependientes de iniciativas locales
México es un gigante de la industria audiovisual en volumen y experiencia, pero sus incentivos fiscales federales todavía no están consolidados como política nacional. Actualmente, el país ofrece:
Exención del IVA: los servicios de producción para empresas extranjeras están exentos del Impuesto al Valor Agregado, lo que representa un ahorro inmediato del 16 % en algunos estados.
Crédito fiscal limitado: hasta un 10 % del impuesto sobre la renta puede aplicarse como crédito fiscal, pero este beneficio exige coinversión local, trámites complejos y no es accesible para todos los formatos.
Pese a la falta de un incentivo nacional unificado, varios estados han desarrollado programas propios, como en Ciudad de México, Jalisco y Baja California, donde operan fondos e incentivos regionales.
En 2025, la expectativa del sector es que el gobierno federal implemente un plan estructurado, pero aún no se ha concretado. Mientras tanto, plataformas como Netflix han apostado fuerte por el país: invertirán USD 1.000 millones entre 2025 y 2028, lo que augura mejoras en infraestructura y acceso indirecto a recursos.
🇧🇷 Brasil: grandes oportunidades, pero con gestión descentralizada
Brasil ofrece un ecosistema audiovisual vibrante, con una industria fuerte en animación, VFX y coproducción internacional. Sin embargo, sus incentivos fiscales varían significativamente según el estado:
Reembolsos entre 20 % y 30 % están disponibles en estados como São Paulo y Río de Janeiro, mediante fondos locales y programas gestionados por ANCINE (Agência Nacional do Cinema).
La normativa exige alianza obligatoria con productoras brasileñas y cumplimiento de protocolos técnicos y regulatorios. Esto puede representar una barrera para productoras internacionales que no tengan un socio local establecido.
Aunque Brasil tiene el potencial de competir al más alto nivel, su esquema descentralizado y la necesidad de alianzas complejas pueden incrementar los tiempos de gestión y afectar la previsibilidad financiera del proyecto.
🇩🇴 República Dominicana: beneficios atractivos y enfoque regional
La República Dominicana ha logrado posicionarse como uno de los destinos caribeños más activos en producción audiovisual, especialmente para películas de aventura, romance y acción en escenarios naturales. Sus incentivos se resumen en:
Crédito fiscal transferible del 25 % sobre los gastos elegibles, que puede cederse a terceros locales para monetización directa.
Exención de IVA en la importación temporal de equipos y contratación de servicios necesarios para la producción.
Para acceder, se exige un gasto mínimo de USD 500.000, y no hay límite anual en la aplicación del crédito. Sin embargo, en 2025 se encuentra en debate una propuesta de reforma fiscal que podría reducir este beneficio, lo cual genera incertidumbre en el mediano plazo.
Aun así, la facilidad de rodar en zonas turísticas, la rapidez en permisos y la conectividad con EE. UU. siguen siendo puntos clave para muchas productoras.
Diversidad de locaciones: escenarios que fidelizan producciones
Uno de los principales atractivos de América Latina como destino fílmico es su enorme riqueza geográfica y visual. La posibilidad de recrear mundos tan distintos como selvas tropicales, desiertos, pueblos coloniales o ciudades ultramodernas, dentro de un solo país, representa una ventaja estratégica para los productores internacionales.
En este apartado comparamos la capacidad locativa de Colombia, México, Brasil y República Dominicana, no solo desde la diversidad paisajística, sino también considerando la accesibilidad, infraestructura de rodaje en campo y el valor narrativo que ofrecen.
🇨🇴 Colombia: un mundo en un solo país
Colombia es, sin duda, uno de los países con mayor diversidad geográfica del mundo. Su posición geoestratégica entre los océanos Atlántico y Pacífico, atravesada por tres cordilleras andinas, le permite ofrecer:
Selva amazónica, ideal para narrativas de exploración, aventura y naturaleza extrema.
Cadenas montañosas con picos nevados, perfectas para representar climas fríos o ambientes andinos.
Playas vírgenes del Caribe y del Pacífico, con tonos y relieves distintos, óptimas para ambientaciones tropicales.
Ciudades coloniales perfectamente conservadas, como Cartagena, Villa de Leyva o Barichara, utilizadas en producciones de época.
Urbes modernas y multiculturales, como Bogotá, Medellín y Cali, que permiten recrear tanto ciudades latinoamericanas como europeas.
Uno de los aspectos más valorados por los productores es la posibilidad de rodar en múltiples escenarios naturales o urbanos en un mismo proyecto, sin tener que cambiar de país ni hacer desplazamientos largos. En cuestión de horas, una producción puede pasar del mar Caribe a una selva húmeda o a una ciudad industrial.
Además, gracias a las inversiones en infraestructura vial, la apertura de aeropuertos regionales y la mejora en los protocolos de permisos, hoy es más fácil que nunca acceder a locaciones remotas con soporte técnico profesional.
Las comisiones fílmicas regionales, apoyadas por Proimágenes y la Comisión Fílmica Colombiana, están activas en departamentos como Santander, Antioquia, Atlántico, Tolima, Nariño y Quindío, lo cual permite descentralizar los rodajes y explorar nuevas estéticas visuales.
🇲🇽 México: el estándar de la versatilidad
México es un país sinónimo de cine. Su geografía abarca prácticamente todos los biomas filmables del continente, lo que ha hecho que durante décadas sea elegido como destino para producciones de Estados Unidos, Europa y Asia.
Su portafolio natural incluye:
Desiertos icónicos como el de Sonora y Baja California, ideales para películas de acción, westerns o ciencia ficción.
Playas caribeñas y pacíficas, desde Cancún hasta Puerto Escondido, usadas constantemente en comerciales y series internacionales.
Zonas arqueológicas precolombinas, como Teotihuacán, Palenque y Chichén Itzá, que ofrecen un entorno visual sin equivalente.
Ciudades coloniales y pueblos mágicos, que permiten crear ambientaciones históricas.
Zonas metropolitanas modernas y cosmopolitas, como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, con skyline urbano y buena infraestructura.
La experiencia de décadas en la industria ha hecho que México se especialice en recrear otras geografías. Es común que una misma región mexicana sea utilizada para representar zonas de Medio Oriente, Asia, Europa o África. Esta capacidad de adaptación, sumada al volumen de producción anual, la convierte en una de las opciones más versátiles del continente.
🇧🇷 Brasil: una selva audiovisual de gran escala
Brasil es inmenso. Su territorio, que equivale a casi la mitad de Sudamérica, alberga una variedad impresionante de entornos naturales y urbanos, pero su mayor fortaleza es la escala.
La selva amazónica, en su extensión más pura, representa un recurso visual incomparable para ficciones de supervivencia, documentales o aventuras ecológicas.
Las favelas de Río y São Paulo ofrecen un paisaje urbano crudo, complejo y cinematográfico, ideal para dramas sociales o thrillers.
Las playas del Atlántico, con su vegetación tropical densa y olas gigantes, han sido elegidas por múltiples comerciales y rodajes de acción.
Las ciudades modernas como São Paulo, con arquitectura contemporánea y movimiento constante, simulan con facilidad urbes de primer mundo.
Sin embargo, uno de los desafíos de Brasil es precisamente su tamaño. A pesar de contar con excelente talento técnico e infraestructura audiovisual avanzada, la logística interna puede ser más exigente: los traslados entre regiones distantes pueden requerir vuelos domésticos, permisos independientes y coordinaciones complejas.
No obstante, para producciones de gran presupuesto que requieran amplitud escénica, Brasil ofrece un abanico visual tan poderoso como auténtico.
🇩🇴 República Dominicana: un paraíso visual con enfoque turístico
República Dominicana ha consolidado su imagen como el Caribe cinematográfico por excelencia. Gracias a su clima estable, su cercanía con Estados Unidos y sus políticas de incentivo, es un destino habitual para películas de aventura, romance y acción ligera.
Sus principales fortalezas locativas incluyen:
Playas de arena blanca y mar turquesa, que simulan islas tropicales de cualquier lugar del mundo.
Selvas tropicales de fácil acceso, utilizadas para escenas de exploración o supervivencia sin los costos de logística de la Amazonía.
Pueblos costeros coloniales, como Santo Domingo o Samaná, que combinan historia con modernidad.
El país ha invertido en estudios como Pinewood DR Studios y ha creado un portal nacional de locaciones con más de 130 locaciones identificadas. Aunque su variedad geográfica no es tan amplia como la de Colombia o México, lo compensa con facilidad de acceso, costos bajos y experiencia en turismo audiovisual.
Es especialmente atractivo para producciones que buscan estética paradisíaca, bajo riesgo operativo y buena conectividad aérea, especialmente con EE. UU. y Europa.

Talento humano: profesionalización, experiencia y adaptación
Uno de los activos más importantes para cualquier producción internacional no es solo la tecnología ni las locaciones, sino el talento humano local. La disponibilidad de técnicos, artistas, operadores, productores, traductores, dobles, animadores, coloristas y especialistas de todas las áreas es un factor que influye directamente en los costos, la calidad final y la eficiencia del rodaje.
En esta sección analizamos la formación profesional, la experiencia internacional y las habilidades lingüísticas del talento audiovisual en Colombia, México, Brasil y República Dominicana. Estos tres elementos definen el nivel de preparación de una industria para recibir y ejecutar proyectos globales de forma autónoma.
Colombia: talento emergente con formación sólida y crecimiento internacional
Colombia ha invertido fuertemente en la formación técnica y artística de su talento audiovisual. Universidades como la Nacional, la Javeriana, el Politécnico Grancolombiano, la Universidad del Magdalena y otras instituciones regionales ofrecen programas formales de cine, medios digitales, animación, sonido, dirección de arte, guion, producción y postproducción. A ello se suma una red de escuelas privadas, academias especializadas y programas de capacitación impulsados por el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC).
Este ecosistema educativo ha generado una masa crítica de profesionales capacitados, que además ha ganado experiencia práctica trabajando en sets internacionales. La llegada de plataformas como Netflix, Amazon Studios, HBO y Disney+ desde 2017 ha acelerado la exposición del personal colombiano a estándares globales, protocolos técnicos, formatos híbridos y flujos de trabajo exigentes.
En cuanto a idiomas, el inglés es ampliamente comprendido en los entornos urbanos y académicos. Si bien no todos los técnicos son bilingües, hay una clara tendencia hacia la formación lingüística profesional, especialmente en los cargos de producción, dirección de fotografía, postproducción y sonido.
México: una industria madura y altamente profesional
México cuenta con una de las comunidades audiovisuales más consolidadas y profesionalizadas de América Latina. Instituciones como el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Tecnológico de Monterrey y múltiples centros regionales de cine han formado a generaciones de cineastas y técnicos que hoy trabajan en producciones de Hollywood, Europa y Asia.
El país ha exportado talento creativo de talla mundial —como Alfonso Cuarón, Alejandro G. Iñárritu y Guillermo del Toro— y ha construido un entramado técnico-operativo de altísimo nivel. Equipos de dirección, asistencia, maquillaje, efectos especiales, arte, VFX y postproducción trabajan regularmente con productoras internacionales y manejan un nivel de inglés fluido, técnico y operativo.
Además, la experiencia acumulada en más de cinco décadas de coproducciones ha dado lugar a una cultura de producción colaborativa, flexible y eficiente, que responde bien a la presión de cronogramas ajustados y a las exigencias de grandes estudios.
Brasil: especialización técnica y liderazgo en postproducción
Brasil, aunque enfrenta retos en su marco jurídico y en la logística interna, posee un sector audiovisual técnicamente sofisticado. Su formación técnica se basa en universidades como la USP, la UFRJ, la PUC-Rio y diversas instituciones de São Paulo y Porto Alegre, las cuales ofrecen programas de alto nivel en cine, producción, animación digital, sonido y dirección de arte.
El país es especialmente reconocido por su fortaleza en áreas técnicas especializadas, como los efectos visuales (VFX), la animación 2D y 3D, la música para cine, la corrección de color y la postproducción de alto nivel. Muchas de sus empresas trabajan de forma remota con mercados como Estados Unidos y Europa.
En cuanto al idioma, el portugués es el idioma predominante. Sin embargo, en las grandes ciudades el inglés técnico es común entre jefes de departamento, postproductores y creativos senior. Esto permite una comunicación fluida en roles clave, aunque puede representar una barrera operativa en cargos técnicos más operativos.
República Dominicana: talento en crecimiento con apoyo institucional
República Dominicana ha iniciado una etapa de fortalecimiento de su ecosistema audiovisual. Si bien hace una década la oferta técnica era limitada, hoy en día el país cuenta con una comunidad audiovisual en expansión, apoyada por instituciones como la Dirección General de Cine (DGCINE), escuelas como Chavón y programas de formación respaldados por productoras internacionales.
El crecimiento de los rodajes en el país ha incentivado el surgimiento de nuevos roles técnicos y de gestión. Aún existe una alta dependencia de personal extranjero para algunas áreas especializadas, pero cada vez es más común encontrar talento local en dirección de arte, asistencia de producción, sonido y fotografía.
El inglés básico es ampliamente hablado, especialmente en zonas turísticas, pero su nivel varía considerablemente según la región y el perfil del equipo. Por ello, muchas producciones internacionales contratan coordinadores bilingües para asegurar la comunicación operativa.

Costos operativos y logística: el equilibrio entre presupuesto y eficiencia
Además de incentivos fiscales, locaciones y talento técnico, otro aspecto fundamental en la planificación de una producción audiovisual es el costo operativo diario y la facilidad logística para ejecutar el rodaje. Estos dos factores pueden influir decisivamente en la rentabilidad, la duración y la complejidad general del proyecto.
Rodar en Latinoamérica ofrece en general costos más accesibles que en Europa o Estados Unidos, pero existen diferencias significativas entre países. A continuación, se analiza el panorama real de los costos de producción y las condiciones logísticas en Colombia, México, Brasil y República Dominicana.
🇨🇴 Colombia: equilibrio ideal entre costos, eficiencia y movilidad
Colombia ha mantenido una política estable de costos operativos competitivos, lo que la convierte en una de las mejores opciones para productoras que buscan alta calidad técnica con eficiencia presupuestaria.
En promedio, una producción internacional en Colombia puede operar con un rango de USD 6.000 a 15.000 por día, dependiendo del tipo de rodaje, cantidad de unidades, nivel de complejidad técnica y locaciones. Este costo incluye equipos técnicos, alquiler de equipos de cámara e iluminación, talento local y gastos logísticos básicos.
La relación costo/beneficio es uno de los puntos fuertes del país. El crecimiento del talento técnico local ha permitido reemplazar personal extranjero por profesionales nacionales capacitados, reduciendo así los gastos por traslados, alojamiento y viáticos.
Además, Colombia cuenta con una excelente conectividad aérea, con vuelos directos a más de 30 ciudades internacionales, y una infraestructura vial en proceso de modernización que facilita el acceso a regiones apartadas. Las rutas entre Bogotá, Medellín, Cali y la costa Caribe están bien conectadas por vía aérea y terrestre, lo que permite planificar cronogramas de rodaje eficientes y sin tiempos muertos excesivos.
En términos de permisos y operaciones en locación, el país también ha mejorado notablemente sus tiempos de respuesta y articulación interinstitucional, lo que reduce riesgos administrativos y evita sobrecostos por retrasos inesperados.
🇲🇽 México: experiencia consolidada, pero con tarifas más elevadas
México es uno de los países con mayor experiencia en producción internacional, y eso se refleja también en sus tarifas. Las ciudades con mayor volumen de rodaje, como Ciudad de México, Guadalajara y Baja California, presentan costos operativos más altos, particularmente por la demanda constante de estudios, técnicos especializados y equipamiento premium.
En promedio, los costos diarios pueden oscilar entre USD 10.000 y 25.000, con algunas producciones alcanzando cifras mayores si se requiere personal técnico de renombre, locaciones cerradas o tecnología avanzada (como cámaras de alta velocidad, grúas especiales, helicópteros o drones específicos).
El talento técnico mexicano tiene tarifas internacionales, especialmente en niveles de dirección, dirección de arte, dirección de fotografía y supervisión de postproducción. Si bien esto garantiza estándares altos de calidad, implica un incremento considerable en el presupuesto operativo.
Desde el punto de vista logístico, México tiene una gran ventaja: infraestructura consolidada. Su red de autopistas, aeropuertos y servicios auxiliares permite mover equipos y personal de forma eficiente, incluso entre estados. Sin embargo, la gestión de permisos puede ser más fragmentada, ya que muchos trámites dependen del gobierno estatal o municipal, lo que puede generar demoras y costos administrativos adicionales.
🇧🇷 Brasil: costos variables y retos logísticos por extensión territorial
Brasil es un país de grandes contrastes, y eso se refleja en sus costos de producción. Dependiendo del estado, la ciudad y el tipo de proyecto, los costos operativos pueden fluctuar entre USD 7.500 y 17.000 por día. Las producciones que se desarrollan en São Paulo o Río de Janeiro tienden a tener mejores precios por la disponibilidad de talento técnico y equipamiento, mientras que en zonas más remotas o específicas los costos pueden aumentar debido a la necesidad de transporte aéreo, alojamiento y coordinación logística adicional.
El principal desafío en Brasil no está en el costo en sí, sino en la complejidad logística derivada de su tamaño geográfico. Trasladar equipos, personal o materiales de un estado a otro puede implicar días adicionales de viaje, requerimientos de permisos internos, cambios de jurisdicción y coordinación con múltiples entidades regionales.
A esto se suma el idioma operativo (portugués) y la necesidad de trabajar con productores brasileños registrados ante ANCINE, lo cual implica una estructura legal adicional que puede tener un impacto indirecto en los costos administrativos y operativos.
Sin embargo, para producciones de gran escala que busquen ambientaciones urbanas intensas o selvas amazónicas auténticas, Brasil sigue siendo una opción viable si se dispone de un equipo logístico experimentado y un presupuesto adecuado para su magnitud.
🇩🇴 República Dominicana: bajos costos y facilidad operativa para proyectos medianos
República Dominicana ha ganado popularidad como destino de producción audiovisual gracias a sus costos operativos bajos y a una logística altamente funcional, especialmente para proyectos de mediana escala que requieren escenarios caribeños.
En promedio, los costos diarios pueden variar entre USD 5.000 y 13.000, con una estructura de precios muy competitiva en comparación con otros destinos de la región. Esto se debe a una combinación de factores: salarios accesibles, disponibilidad de talento joven, alquileres de equipos subsidiados y políticas de incentivo que incluyen exenciones tributarias.
El país tiene además una excelente conectividad aérea con Estados Unidos y Europa, lo que facilita la llegada de personal extranjero, actores o equipos técnicos. Muchas productoras estadounidenses eligen República Dominicana por esta razón, ya que pueden movilizarse fácilmente desde Nueva York, Miami o Atlanta.
Otro punto fuerte es la modularidad operativa: las productoras pueden contratar paquetes completos (equipos, permisos, logística, transporte, seguridad) a través de estudios como Pinewood o proveedores locales especializados, lo que reduce la carga administrativa y el margen de error operativo.
Aunque el país aún depende de personal extranjero para ciertos roles técnicos avanzados, su entorno es ideal para proyectos de bajo a mediano presupuesto que busquen eficiencia sin comprometer calidad visual.

Casos de éxito recientes (2020–2025)
El éxito de una industria audiovisual no solo se mide por sus leyes o incentivos, sino también por la calidad y el alcance de las producciones que logra atraer y ejecutar. Entre 2020 y 2025, América Latina ha sido escenario de múltiples proyectos internacionales de alto perfil, consolidando a varios países de la región como destinos de filmación estratégicos.
A continuación, repasamos algunos de los casos más emblemáticos filmados en Colombia, México, Brasil y República Dominicana, destacando el tipo de producción, su impacto cultural y su efecto directo en el posicionamiento del país como hub audiovisual.
🇨🇴 Colombia: entre la épica literaria y la acción internacional
Colombia ha sido escenario de varias de las producciones más ambiciosas del continente en los últimos cinco años, destacándose no solo por sus paisajes, sino por su infraestructura técnica, talento local y viabilidad logística.
Cien años de soledad (Netflix, 2024–2025)
La adaptación audiovisual de la obra maestra de Gabriel García Márquez representa el proyecto de ficción más ambicioso jamás rodado en Colombia. Filmada íntegramente en el país, con un elenco internacional y producción bilingüe, esta serie se convirtió en un hito cultural y técnico. Requirió la construcción de sets en locaciones rurales del Magdalena, efectos visuales de alto nivel y la participación de más de 700 técnicos colombianos.
Griselda (Netflix, 2024)
Protagonizada por Sofía Vergara, esta serie sobre la vida de Griselda Blanco fue rodada en parte en Colombia y destacó por la fidelidad visual de las locaciones. El equipo de producción elogió la capacidad del país para recrear escenarios históricos con realismo y seguridad operativa, además del profesionalismo del talento local.
Narcos y Distrito Salvaje
Aunque Narcos fue una producción pionera en la relación entre Netflix y Colombia, su legado se ha mantenido hasta 2025. Marcó un antes y un después en la industria nacional al demostrar que era posible ejecutar series de alcance global desde Bogotá y Medellín. Distrito Salvaje, una producción 100 % colombiana, consolidó la capacidad de crear contenidos propios con estética internacional.
Estas producciones han tenido un efecto transformador en la industria local: han generado miles de empleos, han impulsado la formación de talento y han posicionado a Colombia como un socio confiable para proyectos complejos.
🇲🇽 México: una potencia consolidada en narrativa audiovisual
México ha sido tradicionalmente uno de los países líderes en cine y televisión, y en el período 2020–2025 ha mantenido su reputación con producciones que combinan éxito crítico, popularidad masiva y calidad técnica.
Roma (Alfonso Cuarón, 2018 – impacto extendido hasta 2023)
Aunque lanzada en 2018, Roma continuó influyendo durante toda la década. Ganadora de tres premios Óscar, esta película consolidó el prestigio del cine mexicano a nivel mundial. Su producción, completamente nacional, elevó los estándares técnicos y reafirmó el talento mexicano en cinematografía y dirección de arte.
Luis Miguel: La Serie (Netflix)
Esta serie biográfica fue un fenómeno de audiencia en América Latina y una muestra del poder narrativo del entretenimiento mexicano. Rodada en múltiples locaciones nacionales, combinó producción de alto nivel con una historia local de alcance internacional. Además, impulsó la contratación de equipos técnicos locales en todas las etapas del proceso.
Club de Cuervos y comedias contemporáneas
Como primera serie original de Netflix en español, Club de Cuervos marcó un precedente en 2015 que se consolidó en años posteriores. Su éxito abrió la puerta a múltiples producciones originales ambientadas en México, demostrando que la comedia y el drama social pueden exportarse con calidad desde Latinoamérica.
El caso mexicano confirma que una industria madura puede seguir innovando y liderando, incluso en un contexto cambiante como el de las plataformas de streaming.
🇧🇷 Brasil: innovación visual y universos fantásticos
Brasil ha capitalizado su diversidad cultural, visual y su fortaleza técnica para desarrollar historias originales que han tenido gran repercusión internacional, especialmente en el ámbito del género y la ciencia ficción.
3% (Netflix)
Esta serie fue la primera producción original de Netflix en portugués, y demostró que es posible crear ciencia ficción con identidad latinoamericana. Filmada en São Paulo y otras regiones del país, 3% alcanzó audiencias globales y fue elogiada por su guion, dirección de arte y eficiencia en producción.
Ciudad Invisible (Netflix, 2021–2023)
Producida por Carlos Saldanha, creador de La Era del Hielo, esta serie mezcla realismo urbano con mitología brasileña. Rodada en Río de Janeiro y en entornos naturales del sureste del país, logró renovar el interés por las leyendas locales desde una perspectiva contemporánea. Es un ejemplo perfecto de cómo Brasil conecta lo técnico con lo narrativo para competir a nivel global.
Animación y VFX
Brasil también ha exportado talento en animación y efectos visuales. Estudios como Casablanca, O2 Filmes y Vetor Zero han participado en proyectos internacionales, destacando la capacidad técnica del país no solo como set físico, sino como proveedor de servicios de postproducción avanzados.
🇩🇴 República Dominicana: el Caribe en el foco internacional
República Dominicana ha consolidado su lugar como uno de los principales destinos para rodajes ambientados en entornos tropicales. Su acceso logístico, estabilidad climática y costos competitivos han atraído múltiples producciones de Hollywood.
The Lost City (2022)
Protagonizada por Sandra Bullock y Channing Tatum, esta comedia de aventuras fue filmada en distintas regiones del país. Aprovechó playas, selvas y estructuras coloniales para ambientar una historia tropical de acción y romance. El rodaje movilizó cientos de técnicos locales y generó una fuerte derrama económica.
Old (M. Night Shyamalan, 2021)
Este thriller de suspenso fue filmado íntegramente en República Dominicana, convirtiéndose en una vitrina mundial para sus locaciones naturales. A pesar de su historia ficticia, el paisaje caribeño fue un personaje más en la película, y la experiencia de producción fue destacada por su agilidad y profesionalismo local.
Shotgun Wedding (2023)
Con Jennifer Lopez y Josh Duhamel, esta comedia romántica se filmó también en RD, consolidando al país como set de lujo para producciones de mediana y gran escala que requieren estética caribeña sin los altos costos de otros territorios insulares.

Seguridad jurídica y acompañamiento institucional
Para cualquier productor internacional, la estabilidad jurídica y el respaldo institucional son factores determinantes al momento de seleccionar un país como destino de rodaje. No basta con ofrecer incentivos fiscales atractivos; es imprescindible que estos beneficios estén sustentados por leyes claras, permanentes y ejecutables, y que existan entidades confiables que acompañen al inversionista a lo largo del proceso.
En este sentido, Colombia se ha diferenciado notablemente del resto de los países de la región al construir un ecosistema legal, técnico e institucional coherente, transparente y de largo plazo, mientras que México, Brasil y República Dominicana presentan marcos más fragmentados o sujetan sus incentivos a decisiones administrativas de menor estabilidad.
Colombia: un marco jurídico robusto y previsibilidad garantizada
Desde hace más de dos décadas, Colombia ha apostado por consolidar una infraestructura jurídica y fiscal orientada a atraer inversión audiovisual extranjera. Este objetivo se ha materializado en un cuerpo legal que ofrece claridad, permanencia y garantías operativas:
Ley 814 de 2003 (Ley de Cine): estableció el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), que apoya producciones nacionales con recursos parafiscales.
Ley 1556 de 2012: eje de la política de internacionalización del cine colombiano, define a Colombia como territorio apto para producciones extranjeras y crea el Fondo Fílmico Colombia (FFC), base del programa de cash rebate.
CINA (Certificado de Inversión Audiovisual Nacional): mecanismo fiscal de crédito transferible del 35 %, vigente desde 2020.
A diferencia de muchos países que dependen de resoluciones administrativas sujetas a cambios de gobierno, en Colombia estos beneficios están respaldados por leyes aprobadas por el Congreso, con reglamentación técnica, criterios públicos de elegibilidad y sistemas de control auditables.
Uno de los aspectos más valorados por los productores internacionales es la previsibilidad a largo plazo: tanto el FFC como el CINA están proyectados para operar hasta 2032, con sistemas digitalizados de aplicación, evaluación y desembolso.
Además, la ejecución de estos programas está acompañada por una red institucional consolidada, que actúa como punto de contacto, soporte y articulación operativa durante todo el proceso de producción:
Proimágenes Colombia: entidad mixta que administra los fondos y asesora a los productores en temas legales, financieros y fiscales.
Comisión Fílmica Colombiana: actúa como ventanilla única para permisos, locaciones, licencias y contactos regionales. Su plataforma digital permite consultar bases de datos de técnicos, locaciones y proveedores certificados.
Ministerio de Cultura: responsable de la regulación normativa y de la supervisión de los programas de fomento.
DIAN y Cancillería: entidades clave para la gestión de visas, exención de impuestos y validación de procesos fiscales.
Gracias a esta articulación interinstitucional, Colombia garantiza no solo el acceso a los incentivos, sino también el cumplimiento de los contratos firmados con el Estado, algo inusual en la región. Las auditorías externas obligatorias, la trazabilidad digital de cada fase del proceso y la publicación de convocatorias y resultados aseguran transparencia operativa.
Este entorno legal y administrativo genera un clima de confianza para productoras internacionales que manejan presupuestos millonarios y necesitan evitar riesgos regulatorios o demoras imprevistas.
México, Brasil y República Dominicana: esquemas menos consolidados
Aunque México, Brasil y República Dominicana ofrecen incentivos interesantes, ninguno de estos países cuenta con un andamiaje legal e institucional tan integral y estable como el colombiano. A continuación, se resumen los principales desafíos:
México
México posee una industria audiovisual madura y una infraestructura técnica sobresaliente. Sin embargo, su sistema de incentivos carece de una ley federal unificada. Los beneficios, como la exención del IVA o los créditos fiscales parciales, dependen en muchos casos de resoluciones administrativas del IMCINE o de programas estatales que pueden variar con los cambios de administración.
Además, al no contar con una ley marco de cash rebate ni una entidad nacional que centralice los trámites, los productores deben gestionar permisos, licencias y fondos de manera descentralizada, lo que puede generar demoras e incertidumbre operativa.
Brasil
En Brasil, el acceso a incentivos como el reembolso del 20–30 % en algunos estados depende de ANCINE y fondos regionales, sujetos a presupuestos variables y a una estructura burocrática más densa. La necesidad de trabajar con una productora brasileña registrada y el uso de plataformas complejas como el Sistema OCA limitan la agilidad del proceso.
El país cuenta con leyes culturales que amparan ciertas iniciativas, pero no existe una legislación unificada y de aplicación nacional para el incentivo audiovisual internacional. Esto genera dependencia de decisiones políticas a nivel estatal o municipal.
República Dominicana
En el caso dominicano, el incentivo de crédito fiscal del 25 % está regulado por la Ley 108-10 y gestionado por la Dirección General de Cine (DGCINE). Aunque este marco legal es funcional, recientemente se ha planteado una reforma que podría reducir los beneficios, lo que crea un entorno de incertidumbre para productores que planifican a mediano o largo plazo.
Asimismo, aunque DGCINE ha fortalecido su rol como ente coordinador, la falta de articulación entre las instituciones involucradas en permisos, aduanas, visas y contrataciones puede ralentizar la operación de rodajes más complejos.

Comparativa final: análisis extendido de ecosistemas de producción audiovisual en América Latina y el Caribe (2025)
A continuación, se presenta un análisis detallado de cuatro territorios clave para la producción audiovisual en la región: Colombia, México, Brasil y República Dominicana. Se evalúan aspectos como los incentivos fiscales, la infraestructura técnica, la diversidad de locaciones, el nivel de talento profesional disponible, los costos operativos y la seguridad jurídica, con el fin de ofrecer un panorama útil para productores internacionales que busquen alternativas competitivas y eficientes para sus proyectos.
Incentivos fiscales:
Colombia lidera en este aspecto, ofreciendo uno de los esquemas más robustos de la región: un cash rebate de hasta el 60 % sobre gastos locales y un crédito tributario adicional del 35 % aplicable a ciertas modalidades de producción, lo que convierte al país en un destino muy atractivo para la inversión extranjera en cine y televisión. México, por su parte, ofrece exenciones de IVA y algunos créditos fiscales limitados, pero su política varía según los estados y tiende a ser menos predecible. Brasil cuenta con reembolsos regionales que oscilan entre el 20 % y el 30 %, especialmente fuertes en regiones como Río y São Paulo, aunque dependen de fondos estatales. República Dominicana propone un crédito transferible del 25 %, útil para producciones extranjeras, especialmente aquellas vinculadas al turismo audiovisual en el Caribe.
Infraestructura técnica:
Colombia ha hecho importantes avances en la última década, consolidando una infraestructura técnica de nivel alto, con nuevos estudios de grabación, tecnología de punta y empresas especializadas en servicios logísticos y técnicos, en franco crecimiento. México posee una infraestructura técnica muy consolidada, con décadas de experiencia en la industria internacional, grandes estudios como Churubusco y una red técnica sofisticada. Brasil, aunque variable por región, cuenta con estudios altamente especializados, particularmente en áreas como VFX y posproducción avanzada. República Dominicana, aunque históricamente más rezagada, ha invertido en la expansión de su infraestructura, con estudios modernos cerca de la costa y un ecosistema técnico en proceso de expansión.
Locaciones:
En cuanto a diversidad y accesibilidad de locaciones, Colombia se destaca por su amplia gama de paisajes: selvas, montañas, ciudades coloniales, desiertos y costas tanto en el Caribe como el Pacífico, muchas de ellas de fácil acceso y sin necesidad de desplazamientos extremos. México también ofrece locaciones versátiles, desde desiertos y playas hasta grandes ciudades modernas, aunque algunas requieren logística costosa debido a la distancia o la seguridad. Brasil cuenta con locaciones extremadamente diversas —desde la Amazonía hasta centros urbanos modernos como São Paulo y Río de Janeiro—, pero la logística puede ser compleja y costosa. República Dominicana, por su parte, se especializa en locaciones tropicales y caribeñas, ideales para películas ambientadas en playas paradisíacas o historias vinculadas al entorno marítimo.
Talento y profesionalismo:
Colombia presenta una alta disponibilidad de talento local, tanto técnico como artístico, con universidades y escuelas de cine que han fortalecido la profesionalización del sector. México cuenta con profesionales altamente calificados y en muchos casos bilingües, habituados a trabajar con producciones internacionales. Brasil destaca por un talento especializado en ciertas áreas, particularmente en VFX, diseño de sonido y dirección de arte, con una fuerte base académica. En República Dominicana, el talento técnico y artístico está en proceso de desarrollo, pero con un crecimiento notable en la última década gracias a los estímulos fiscales y el interés del sector privado.
Costos operativos:
Colombia mantiene costos operativos medios y competitivos, especialmente en comparación con mercados saturados como México, donde los costos pueden elevarse significativamente en zonas clave como Ciudad de México. En Brasil, los costos son muy variables, ya que dependen de la región elegida y de la fluctuación de divisas e impuestos locales. República Dominicana, en cambio, ofrece costos más bajos en general, aunque con ciertos desafíos derivados de la desconexión territorial y la necesidad de importar tecnología o personal especializado.
Seguridad jurídica:
Colombia ofrece una seguridad jurídica muy alta y estable, con leyes específicas para el sector audiovisual, tratados de coproducción y una institucionalidad que respalda a las productoras extranjeras. México, aunque cuenta con legislación audiovisual, tiene una seguridad jurídica más variable, especialmente en contextos electorales. Brasil presenta un entorno normativo cambiante que puede afectar a las inversiones, dependiendo de la voluntad política del momento. En República Dominicana, aunque ha habido avances legislativos, la seguridad jurídica todavía se percibe como menos estable, especialmente en lo relacionado con plazos de desembolsos y cumplimiento institucional.
Los mejores artistas recomiendan LA VILLA PRODUCCIONES






